domingo, 28 de julio de 2013

EN VEZ DE "PENDRIVE"

               Voy a hacer una propuesta léxica, a sabiendas de que llega más que tardía y de que no tendrá eco alguno ni trascendencia: mi voz es demasiado débil y fatalmente anónima, y además puede que sea una idea más bien deleznable. Pese a todo, me voy a lanzar.
               Viene a cuento de un artículo publicado por FUNDEU (Fundación del Español Urgente, de la Agencia Efe) sobre el término “pendrive”.  Como todo el mundo sabe, indica un objeto donde se almacenan elaboraciones informáticas de cualquier tipo, textuales, de audio o vídeo. El citado organismo explica que  “la voz inglesa pen drive (o pendrive) es sustituible por expresiones españolas como memoria USB, lápiz de memoria, memoria externa o lápiz USB.” . De este modo, “El lápiz de memoria de Bárcenas fijaría en 8,3 millones el dinero negro del PP” debería haber sido “La documentación  aportada por Luis Bárcenas, recogida en una memoria USB cuyo contenido…».
http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/f/f1/USB_Stick.jpg
               A mí me parece que la voz “lápiz” (traducción literal del inglés pen) no es muy gráfica, puesto que el aparatito, en su forma más común, parece cualquier cosa menos un lápiz o una pluma o un bolígrafo. El significante de un elemento léxico no tiene por qué guardar relación de semejanza con el significado, de acuerdo con la teoría más elemental de los signos. Pero tampoco está prohibido y muchas veces ayuda a la difusión y afianzamiento de una palabra. Aquí se trata de hallar un vocablo que metafóricamente sirva para nombrar ese objeto, que a los angloparlantes les evoca el lápiz y a nosotros, no. Por su parte, la palabra “memoria” tiene ya un terreno asignado en el mundo de la informática (y en otros) y no conviene hacerla más ambigua. Aparte de que eso de “memoria USB” es una denominación artificiosa, extraña, anodina...
               Vamos a ver. Hablamos de un cacharrito pequeño, que se utiliza para guardar productos, en este caso digitales o “archivos”, según hemos dado en llamar a través del también inglés folder. La primera palabra que se viene a la cabeza es “caja” o “cajita”. Así denominaron los franceses a aquellas cassettes de música, de tan corta, aunque intensa, vida; luego, los españoles tomamos la palabra directamente, tras abandonar la más simpática de “cinta”.
               Se me ocurre que mejor podríamos echar mano de un nombre castellano que, de acuerdo con el significado que da la RAE, le cuadra bastante bien al “pendrive”, en mi modesta opinión. Es el término “estuche”.  Las dos primeras definiciones del diccionario académico son estas: “1. m. Caja o envoltura para guardar ordenadamente un objeto o varios; como joyas, instrumentos de cirugía, etc. 2.  Envoltura que reviste y protege algo”. Naturalmente, suena un poco raro llamar “estuche” al “pendrive” después de que el vocablo inglés haya triunfado o esté a punto de hacerlo, y teniendo en cuenta que “estuche” no ha sufrido aún la conveniente ampliación semántica; esta podría provenir de la complementación con algún adjetivo especificativo (“estuche electrónico” o “estuche digital”), que posteriormente se haría innecesario en los contextos donde se hablara de cuestiones relacionadas con la informática: “Me grabó la película en un estuche y la vimos por la noche en mi ordenador”. Así, tendríamos tres términos para los tres módulos de almacenamiento informático: estuche, disco externo y disco interno o duro.
               En fin, hecha está la propuesta que anunciaba. Tal vez a algún lector le agrade o le convenza, no lo sé. Como no me van a empapelar por eso, intentaré usar desde ahora el término, tan español, “estuche”, que Corominas data como existente en nuestra lengua desde el siglo XIV. 
       

martes, 2 de julio de 2013

CUENTOS CON NIÑO





               Hola.

               Tengo el gusto de comunicaros que acaba de publicarse mi libro de relatos CUENTOS CON NIÑO. En esta dirección podéis bajarlo con formato digital o bien adquirirlo de papel. 


               Espero que os guste.